Por fin va a ser verdad lo de vernos en clase, pero esta vez en el cole... ¡En un cole de verdad!
A partir de hoy, voy a pasar tres meses aprendiendo y ofreciendo todo lo que he aprendido en estos cuatro años de formación docente en el CEIP Gregorio Marañón de Toldo. Además, tendré la oportunidad de crear juegos, dinámicas y actividades inclusivas para desarrollar con todos los niveles del centro durante los recreos.
Elegí este centro, ya que tenía conocimiento de la gran cantidad de proyectos y actividades que llevan a cabo gracias a la implicación del claustro y el equipo directivo en la creación y desarrollo de estos. Asimismo, me llamó especialmente la atención la diversidad sociocultural del alumnado que atiende a este, alrededor de un 22% del estudiantado padece problemas de diversos tipos (absentismo escolar, inadaptación a la escuela, problemas de conducta, desfase escolar, incorporación tardía, pertenencia a minorías étnicas...). Esto supuso una motivación extra para la elección del centro, ya que considero que educar para con la diversidad es fundamental para el desarrollo integral del alumnado y sobre todo un gran reto para la figura docente.
El centro educativo cuenta con los siguientes espacios en sus instalaciones:
Primer piso: Dirección, conserjería, sala de profesores, comedor escolar, gimnasio, despacho de orientación y otro de AL, aulas de educación primaria y el pabellón de aulas de educación infantil.
Segundo piso: Aulas de los cursos superiores de educación primaria, biblioteca del centro y aula PT.
Otras instalaciones: dos patios con pistas deportivas exteriores, rocódromo y patio de infantil.
Fuente de las imágenes:
CEIP Gregorio Marañón, Toledo. Desde el aire: Elaboración propia a través de Google Earth.
Escaleras y pasillo de los primeros cursos de Educación Primaria: Elaboración propia.
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